domingo, 20 de diciembre de 2009

Intervención de Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague,

Ya basta de que algunos se crean superiores a nosotros los indios del Sur, a nosotros los negros africanos, indígenas, los pueblos del Sur, todos somos iguales
Intervención de Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 18 de diciembre de 2009.
Buenas tardes.
Señora Presidenta:
Ha dicho usted una gran verdad, hay que almorzar.
Napoleón Bonaparte decía que los ejércitos caminan sobre los estómagos. Agradezco mucho que nos hayan dado la palabra al presidente Morales y a este servidor, la habíamos solicitado desde temprano en la mañana, porque tenemos aquí varios días ya.
Obama vino, habló y salió por la puertita esta (Risas), esa puertita, una puerta camuflada ahí, me imagino que para el servicio, para la logística, las coordinaciones de la presidencia, y por ahí se fue, por la puerta de atrás, ¡es el imperio!, el imperio que llega a medianoche; y en la oscuridad, ¿eh?, a espaldas de la mayoría, de manera antidemocrática pretenden cocinar un documento que nosotros no aceptamos ni aceptaremos, ¡jamás lo aceptaremos! (Aplausos).
Yo estoy absolutamente seguro de que por la dignidad que aquí defendemos nosotros, el gobierno anfitrión, el Reino de Dinamarca, a quien agradecemos la amabilidad, las atenciones: he cargado un chofer muy atento que se llama Thomas, los amigos que nos han dado la seguridad, la señora del hotel, los trabajadores del hotel; anoche nos reuníamos aquí en un gimnasio con miles, de movimientos sociales que han estado por las calles bajo la nieve, con pancartas; movimientos que luchan por la justicia social, partidos políticos; conseguimos aquí en Copenhague compatriotas de América Latina, del Caribe, de todos los países. Así que hemos estado muy contentos. Anoche apostamos una carrera; a pesar de que Evo es mucho más joven que yo, le he ganado una carrera de 100 metros planos sobre la nieve, y corre duro Evo. Así que estoy seguro de que el gobierno anfitrión comparte estos criterios de nosotros, la inmensa mayoría; los que no la comparten: el que sale por la puerta de atrás. Y así va a salir el imperio yanki de este mundo, por la puerta de atrás, ¡va a salir por la puerta de atrás, de manera indigna! (Aplausos).
Ahora, nosotros estuvimos muy preocupados porque nos enteramos de que había unas reuniones, un pequeño grupo de países amigos de la presidencia de la Conferencia. Nosotros no somos enemigos, ¿verdad?, nosotros somos amigos también de todos. No nos invitaron a participar para nada, ni siquiera una consulta para oír nuestra opinión, y nosotros queremos dejar bien firme que todos los países somos iguales y nosotros los presidentes, jefes de Estado y de Gobierno tenemos el mismo nivel, aquí no hay presidentes de primera y presidentes de segunda, ni hay pueblos de primera y pueblos de segunda, todos somos iguales, y eso queremos dejarlo bien claro aquí (Aplausos).
Creo que ha sido un manejo no transparente, por decirlo de manera elegante, ¿saben?, para tratar de abortar aquí una solución que —como dijo Lula— solo un milagro salvaría, y como para esto no creemos en milagros, nosotros tenemos que partir, yo hablo a nombre no solo de Venezuela, he sido autorizado por los representantes aquí presentes de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, es decir, el gobierno y pueblo de Bolivia, el gobierno y pueblo de Cuba, el gobierno y pueblo de Ecuador, el gobierno y pueblo de Nicaragua, los gobiernos y pueblos del Caribe: los países Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y Venezuela, no vaya a ser que de la puerta de atrás, por donde salió Obama, salga esta tarde, por debajo, un papelito en secreto, top secret, y se pretenda presentarlo al mundo como la solución. ¡Desde ya lo impugnamos!, porque nosotros no conocemos ningún documento tampoco. Han estado circulando por ahí versiones y documentos poco transparentes, eso hay que reclamarlo.
Estamos seguros de que no se intentará ningún tipo de fraude, porque sería un fraude a los pueblos del mundo. Si algo debe implantarse en el mundo, recuperarse en el mundo es la confianza entre nosotros. Ya basta de que algunos se crean superiores a nosotros los indios del Sur, a nosotros los negros africanos, indígenas, los pueblos del Sur, todos somos iguales.
Pues bien, dejamos sentada esa protesta, esa violación a los procedimientos de Naciones Unidas.
Teníamos el temor, incluso, de que no nos dieran la palabra, nos habían dicho por aquí, por Secretaría, que ellos no lo garantizaban, y nos explicaban desde esta mañana que solo iba a hablar un grupo de presidentes, muy dignos jefes de Estado que estaban en una lista que alguien hizo, no se sabe quién la hizo ¿no? Por eso agradecemos mucho a la Presidenta que nos haya dado la palabra al presidente Morales y a mí, hubiera sido algo lamentable que nos hubiesen pretendido vetar en esta reunión. No quiero ni pensarlo, ¿no?, ni sospecharlo.
El Protocolo de Kyoto —ya lo dijo Lula— no puede ser declarado muerto o extinguido, que es lo que pretende Estados Unidos. Por eso dice Evo una gran verdad: Si Obama, el Premio Nobel de la Guerra dijo aquí mismo —por cierto, ¡huele a azufre aquí!, ¡huele a azufre!, ¡sigue oliendo a azufre en este mundo!—, que él a lo que vino fue a actuar. Bueno, demuéstrelo señor, no se vaya por la puerta de atrás, ¿eh?, haga todo lo que tiene que hacer para que Estados Unidos se adhiera al Protocolo de Kyoto, y vamos a respetar Kyoto, y a potenciar Kyoto y a responderle al mundo de manera transparente (Aplausos).
Por otra parte, todos coincidimos en que las reducciones a las emisiones de carbono para el año 2050 no deben ser inferiores de un 80%, un 90%, la mayoría coincidimos en esto.
Nosotros creemos, señora Presidenta, que Copenhague no termina hoy, para la dignidad de este pueblo. No queremos irnos con el amargo sabor de la frustración, no; queremos irnos con el recuerdo de un pueblo alegre, de un pueblo al que no conocíamos, una ciudad, un país, Dinamarca; queremos llevarnos a Copenhague en el corazón, no como una frustración sino como una esperanza.
Anoche lo decíamos, Copenhague no termina hoy, Copenhague abrió las puertas para que sigamos dando un gran debate mundial sobre cómo salvar el planeta, cómo salvar la vida en el planeta. Copenhague no es un fin, Copenhague es un inicio, para que logremos los acuerdos que haya que lograr —y ya lo decía Evo—, lograr el equilibrio de la Madre Tierra, la Pachamama.
Esto que dice Obama es algo verdaderamente ridículo. Estados Unidos, que tiene la máquina de hacer dólares; Estados Unidos, que creo que asignó 700 000 millones de dólares para salvar los bancos —con razón dicen allí en las calles que si el clima fuera un banco ya lo hubieran salvado, ¿eh?—, ahora viene a decir que va a aportar 10 000 millones de dólares al año, una cifra irrisoria. Es algo así como un chiste lo que ha expresado el Presidente de Estados Unidos.
El gasto militar de Estados Unidos es de 700 000 millones de dólares al año; solo bajando el gasto militar a la mitad, por lo menos, habría. Estados Unidos que es el gran emisor, es el gran contaminante y es el gran culpable el imperio yanki de haberle impuesto a punta de invasiones, de guerras y de amenazas, de asesinatos y hasta de genocidios, el capitalismo a este mundo, Estados Unidos y sus aliados. ¡He ahí el gran culpable!, debería asumirlo con dignidad. Sabemos que no lo va a asumir en verdad este gobierno de Estados Unidos, porque no es sino la continuación del gobierno anterior. Obama quedará ante la historia como una de las más grandes frustraciones para mucha gente que creyó en él en Estados Unidos y en otras partes del mundo; ahí está demostrándolo, una gran frustración. Pero qué importa, ¡qué importa!, lo más importante es que los pueblos del mundo y los gobiernos dignos del mundo, la gran mayoría, nos pongamos de acuerdo e impulsemos soluciones verdaderas.
Nosotros no venimos aquí a pedir limosnas, venimos en condiciones de igualdad a aportar modestas ideas para buscar fórmulas de solución. Que nadie lo olvide, ¡que nadie lo olvide!: la culpa es del capitalismo y hay que atacar las causas.
Desde Venezuela, modestamente lo decimos: la única manera de conseguir el equilibrio de las sociedades, de salvar la vida, de obtener niveles superiores de vida, de llevar el ser humano a condiciones dignas de existencia es a través del socialismo. Ese es un debate eminentemente político, eminentemente moral, eminentemente necesario, absolutamente necesario. El capitalismo es el camino a la destrucción del planeta.
Señora Presidenta, queremos que quede claro: Nosotros nos vamos, no podemos esperar más, nos vamos, pero los países del ALBA dejamos claro que impugnamos desde ya cualquier documento que saque Obama por debajo de la puerta, o que salga por allí de la nada, como ayer decían algunos de ustedes, tratando de presentar esto como una solución salvadora. ¡No hay soluciones salvadoras!
Sencillamente nos vamos a sabiendas de que fue posible un acuerdo aquí en Copenhague, y no fue posible por lo que ayer decíamos: la falta de voluntad política de los países más desarrollados de la Tierra, comenzando por Estados Unidos, y esto es una verdadera vergüenza. Es el egoísmo de los más responsables, sobre todo por los patrones irracionales de producción y de consumo de su capitalismo hiperdesarrollado.
Fidel Castro escribió —y con esto termino, para no interrumpir el almuerzo, la foto y las sesiones que vienen— una reflexión anoche, por ahí anda, pendiente, como está, desde La Habana, de esta reunión, con esperanzas de que se tomen decisiones para salvar a la humanidad, y hablaba de una ingloriosa clausura, una clausura sin gloria. Estoy de acuerdo, será una clausura sin gloria.
Pero también quiero decir, señora Presidenta, en honor a todos los que han participado, porque aquí hay gente que no ha dormido en no sé cuántos días, un reconocimiento especial para ustedes, los negociadores, los ministros, los delegados, los jefes de delegación, los expertos, cuánto han trabajado, hay que darles un reconocimiento a todos (Aplausos), y tengamos fe en que el trabajo intenso de ustedes no se va a perder, es un aporte, es un aporte, nosotros nos vamos más conscientes del problema y más comprometidos a crear conciencia en nuestros pueblos por el tema del clima y por el tema del desequilibrio ambiental.
Ahora, así como Fidel dice que es una clausura la que va a ocurrir sin gloria, no quiero decir que sea con pena; no, no es con pena, no es una penosa clausura la que va a ocurrir esta tarde, es una clausura que deja al mismo tiempo abiertas esas esperanzas, esas esperanzas de que nosotros logremos tomar decisiones para salvar a la humanidad, y solo lo lograremos dejando de lado los intereses egoístas, especialmente de los países más desarrollados.
Quiero rendir tributo a Copenhague y a su espíritu, a su pueblo y a los pueblos del mundo, y comprometernos con la vida, comprometernos con el futuro.
Ingloriosa clausura, pero bonita clausura, llena de esperanzas. Así nos llevamos a Copenhague en el corazón.
Señora Presidenta, muchas gracias.Buenas tardes, señores (Aplausos).

jueves, 17 de diciembre de 2009

El socialismo es el rumbo para la salvación del planeta

Discurso pronunciado por Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 16 de diciembre del 2009

Señor Presidente; Señores, señoras; Excelencias; amigas y amigos:
Les prometo que no voy a hablar más que el que más ha hablado esta tarde aquí.
Permítanme un comentario inicial, que hubiera querido hacer como parte del punto previo que fue ejercido por las delegaciones de Brasil, de China, de India, y de Bolivia —nosotros estábamos allá pidiendo la palabra, pero no fue posible tomarla.
Dijo la representante de Bolivia —saludo, por cierto, al compañero presidente Evo Morales, quien está por allí (Aplausos), presidente de la República de Bolivia—, entre otras cosas, lo siguiente —tomé nota por aquí—: "El texto presentado no es democrático, no es inclusivo".
Yo venía llegando apenas y estábamos sentándonos cuando oímos a la Presidenta de la sesión anterior, la Ministra, decir que venía un documento por ahí, pero que nadie conoce. Yo he preguntado por el documento, aún no lo tenemos; creo que nadie sabe de ese documento, top secret. Ahora, ciertamente la camarada boliviana lo dijo: "No es democrático, no es inclusivo".
Ahora, señoras, señores, ¿acaso no es esa precisamente la realidad de este mundo? ¿Acaso estamos en un mundo democrático? ¿Acaso el sistema mundial es inclusivo? ¿Podemos esperar algo democrático, inclusivo del sistema mundial actual? Lo que vivimos en este planeta es una dictadura imperial y desde aquí la seguimos denunciando: ¡Abajo la dictadura imperial y que vivan los pueblos, la democracia y la igualdad en este planeta! (Aplausos).
Esto que aquí vemos es reflejo de ello: exclusión. Hay un grupo de países que se creen superiores a nosotros los del Sur, a nosotros el Tercer Mundo, a nosotros los subdesarrollados, o como dice el gran amigo Eduardo Galeano, nosotros los países arrollados como por un tren que nos arrolló en la historia.
Así que no nos extrañemos pues de esto, no nos extrañemos: No hay democracia en el mundo, y aquí estamos, una vez más, ante una poderosa evidencia de la dictadura imperial mundial.
Aquí subieron dos jóvenes; afortunadamente, los agentes del orden han sido decentes, algún empujón por ahí, y ellos colaboraron, ¿no?
Allá afuera hay mucha gente, ¿saben?; claro, no caben en este salón. He leído por la prensa que hubo algunos detenidos, algunas protestas intensas ahí en las calles de Copenhague, y quiero saludar a toda esa gente que está allá afuera, la mayor parte de ella jóvenes (Aplausos). Claro, son jóvenes preocupados, creo que con razón, mucho más que nosotros, por el futuro del mundo. La mayoría de los que estamos aquí tenemos el Sol a la espalda; ellos tienen el Sol al frente y están muy preocupados.
Uno pudiera decir, señor Presidente, que un fantasma recorre Copenhague, parafraseando a Carlos Marx, el gran Carlos Marx. Un fantasma recorre las calles de Copenhague, y creo que ese fantasma anda en silencio por esta sala, por ahí anda entre nosotros, se mete por los pasillos, sale por debajo, sube. Ese fantasma es un fantasma espantoso, casi nadie quiere nombrarlo. ¡El capitalismo es el fantasma! (Aplausos); casi nadie quiere nombrarlo, es el capitalismo. Ahí rugen los pueblos, ahí afuera se oyen.
Yo venía leyendo algunas consignas que hay en las calles pintadas, y creo que esas consignas de estos jóvenes algunas de ellas las oí cuando iban el joven y la joven allá. Hay dos de las que tomé nota, se oyen, entre otras, dos poderosas consignas: Una: "No cambien el clima, cambien el sistema" (Aplausos), y yo la tomo para nosotros: No cambiemos el clima, cambiemos el sistema y, en consecuencia, comenzaremos a salvar el planeta. El capitalismo, el modelo de desarrollo destructivo está acabando con la vida, amenaza con acabar definitivamente con la especie humana.
El otro lema llama a la reflexión, muy a tono con la crisis bancaria que recorrió al mundo y todavía lo golpea, y la forma como los países del Norte rico auxiliaron a los banqueros y a los grandes bancos; solo Estados Unidos..., bueno, se perdió la cifra, es astronómica, para salvar bancos. Dicen en las calles lo siguiente: "Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado", y creo que es verdad (Aplausos). Si el clima fuera un banco capitalista, de los más grandes, ya lo habrían salvado los gobiernos ricos.
Creo que Obama no ha llegado, recibió el Premio Nobel de la Paz casi el mismo día que mandaba 30 000 soldados más a matar inocentes en Afganistán, y viene ahora a presentarse aquí con el Premio Nobel de la Paz el Presidente de Estados Unidos.
Estados Unidos tiene la maquinita de hacer billetes, de hacer dólares y ha salvado..., bueno, creen haber salvado los bancos y el sistema capitalista.
Bien, esto, comentario al margen, que yo quería hacerlo allá, porque estábamos levantando la mano para acompañar a Brasil, a India, a Bolivia, y a China, en su interesante posición, que Venezuela y los países de la Alianza Bolivariana comparten con firmeza; pero, bueno, no nos dieron la palabra, así que no me cuente estos minutos, por favor, Presidente, eran para eso (Aplausos).
Bueno, fíjense, por ahí tuve el gusto de conocer a este escritor francés, Hervé Kempf. Recomiendo este libro, lo recomiendo, se consigue en español —por ahí está Hervé—, también en francés, en inglés seguramente, Cómo los ricos destruyen el planeta, de Hervé Kempf. Por eso fue que Cristo lo dijo: "Más fácil será que un camello entre por el ojo de una aguja, a que un rico entre al reino de los cielos". Eso lo dijo Cristo nuestro Señor (Aplausos).
Los ricos están destruyendo el planeta. ¿Será que piensan irse para otro cuando destruyan este, tendrán planes para irse a otro planeta?; hasta ahora no se ve ninguno en el horizonte de la galaxia.
Apenas este libro me ha llegado —me lo ha regalado Ignacio Ramonet, que está por ahí también en esta sala—, y terminando el prólogo o el preámbulo esta frase es muy importante. Dice Kempf lo siguiente: "No podremos reducir el consumo material a nivel global si no hacemos que los poderosos bajen varios escalones, y si no combatimos la desigualdad; es necesario que al principio ecologista, tan útil a la hora de tomar conciencia: pensar globalmente y actuar localmente, le sumemos el principio que impone la situación: consumir menos y repartir mejor". Creo que es un buen consejo que nos da este escritor francés Hervé Kempf.
Bien, señor Presidente, el cambio climático es, sin duda, el problema ambiental más devastador del presente siglo: inundaciones, sequías, tormentas severas, huracanes, deshielos, ascenso del nivel medio del mar, acidificación de los océanos y olas de calor, todo eso agudiza el impacto de las crisis globales que nos azotan.
La actual actividad humana supera los umbrales de la sostenibilidad, poniendo en peligro la vida en el planeta; pero también en ello somos profundamente desiguales, quiero recordarlo. Los 500 millones de personas más ricas, ¡quinientos millones!, esto es el 7%, ¡siete por ciento!, seven por ciento de la población mundial. Ese 7% es responsable, esos 500 millones de personas más ricas son responsables del 50% de las emisiones contaminantes, mientras que el 50% más pobre es responsable de solo el 7% de las emisiones contaminantes. Por eso a mí me llama la atención, es un poco extraño llamar aquí a Estados Unidos y a China al mismo nivel. Estados Unidos llegará si acaso a 300 millones de habitantes; China tiene casi cinco veces más población que Estados Unidos. Estados Unidos consume más de 20 millones de barriles diarios de petróleo; China llega apenas a 5 o 6 millones de barriles diarios. No se puede pedir lo mismo a Estados Unidos y a China. He allí temas que hay que discutir. Ojalá pudiéramos los jefes de Estado y de Gobierno sentarnos a discutir de verdad, verdad, sobre estos temas.
Luego, señor Presidente, el 60% de los ecosistemas del planeta están dañados, el 20% de la corteza terrestre está degradada. Hemos sido testigos impasibles de la deforestación, la conversión de tierras, la desertificación, las alteraciones de los sistemas de agua dulce, la sobreexplotación de los recursos marinos, la contaminación y la pérdida de la diversidad biológica. La utilización exacerbada de la tierra sobrepasa en un 30% la capacidad para regenerarla. El planeta está perdiendo la capacidad para autorregularse, eso lo está perdiendo el planeta; cada día se liberan más desechos de los que pueden ser procesados. La supervivencia de nuestra especie martilla en la conciencia de la humanidad.
A pesar de la urgencia, han transcurrido dos años de negociaciones para concluir un segundo periodo de compromisos bajo el Protocolo de Kyoto y asistimos a esta cita sin un acuerdo real y significativo.
Y, por cierto, acerca del texto que viene de la nada —como algunos lo calificaron, el representante chino—, Venezuela dice y los países del ALBA decimos, la Alianza Bolivariana, que no-sotros no aceptamos, desde ya lo decimos, ningún otro texto que no sea el que venga de los grupos de trabajo, del Protocolo de Kyoto y de la Convención, son los textos legítimos que se han estado discutiendo con tanta intensidad en estos años y en estas últimas horas. Creo que ustedes no han dormido; además de que no han almorzado, no han dormido, ¿eh?, no me parece lógico que salga un documento de la nada, como dicen ustedes.
El objetivo científicamente sustentado de reducir la emisión de gases contaminantes y lograr un convenio de cooperación a largo plazo, a todas luces, hoy, a esta hora, parece haber fracasado, por ahora. ¿La razón cuál es? No tenemos duda, la razón es la actitud irresponsable y la falta de voluntad política de las naciones más poderosas del planeta. Nadie se sienta ofendido, recurro al gran José Gervasio Artigas cuando dijo: "Con la verdad ni ofendo ni temo"; pero, en verdad es una actitud irresponsable, de marchas, de contramarchas, de exclusión, de un manejo elitesco de un problema que es de todos y que solo podremos resolver todos.
El conservadurismo político y el egoísmo de los grandes consumidores, de los países más ricos denotan una alta insensibilidad y falta de solidaridad con los más pobres, con los hambrientos, con los más vulnerables a las enfermedades, a los desastres naturales.
Señor Presidente, es imprescindible un nuevo y único acuerdo aplicable a partes absolutamente desiguales, por la magnitud de sus contribuciones y capacidades económicas, financieras y tecnológicas y que esté basado en el respeto irrestricto a los principios contenidos en la Convención.
Los países desarrollados deberían establecer compromisos vinculantes, claros y concretos en la disminución sustancial de sus emisiones y asumir obligaciones de asistencia financiera y tecnológica a los países pobres, para hacer frente a los peligros destructivos del cambio climático. En tal sentido, la singularidad de los estados insulares y de los países menos desarrollados debería ser plenamente reconocida.
Señor Presidente, el cambio climático no es el único problema que afecta hoy a la humanidad; otros flagelos e injusticias nos acechan, la brecha que separa a los países ricos y pobres no ha dejado de crecer, a pesar de todos los Objetivos del Milenio, la Cumbre de Monterrey sobre financiamiento, todas esas cumbres —como decía aquí el Presidente de Senegal, denunciando una gran verdad, promesas y promesas y promesas incumplidas, y el mundo sigue su marcha destructiva.
El ingreso total de los 500 individuos más ricos del mundo es superior al ingreso de los 416 millones de personas más pobres. Los 2 800 millones de personas que viven en la pobreza, con menos de dos dólares al día, y que representan el 40% de la población global, ¡ese cuarenta por ciento de la población global!, obtiene solo el 5% del ingreso mundial.
Hoy mueren al año unos 9,2 millones de niños antes de alcanzar el quinto año de vida, y el 99,9% de estas muertes ocurre en los países más pobres. La mortalidad infantil es de 47 muertes por 1 000 nacidos vivos; pero es de solo 5 por cada 1 000 en los países ricos. La esperanza de vida en el planeta es de 67 años, en los países ricos es de 79, mientras en algunas naciones pobres es de solo 40 años.
Adicionalmente existen 1 100 millones de habitantes sin acceso al agua potable; 2 600 millones sin servicio de saneamiento; más de 800 millones de analfabetos y 1 020 millones de personas hambrientas. Ese es el escenario del mundo.
Ahora, la causa, ¿cuál es la causa? Hablemos de la causa, no evadamos responsabilidades, no evadamos la profundidad de este problema. La causa, sin duda —vuelvo al tema—, de todo este desastroso panorama es el sistema metabólico, destructivo del capital y su modelo encarnado: el capitalismo.
Aquí hay una cita que quiero leerles, brevemente, de ese gran teólogo de la Liberación, Leonardo Boff, como sabemos, brasileño, nuestroamericano.
Leonardo Boff dice, sobre este tema, lo siguiente: "¿Cuál es la causa? ¡Ah!, la causa es el sueño de buscar la felicidad a través de la acumulación material y del progreso sin fin, usando para eso la ciencia y la técnica, con las cuales se pueden explotar de forma ilimitada todos los recursos de la Tierra", y cita por aquí a Charles Darwin y su selección natural, la sobrevivencia de los más fuertes; pero sabemos que los más fuertes sobreviven sobre las cenizas de los más débiles.
Juan Jacobo Rousseau —siempre hay que recordarlo— decía aquello: "Entre el fuerte y el débil la libertad oprime". Por eso es que el imperio habla de libertad, es la libertad para oprimir, para invadir, para asesinar, para aniquilar, para explotar, esa es su libertad. Y Rousseau agrega la frase salvadora: "Solo la ley libera".
Hay algunos países que están jugando a que aquí no haya documento, porque precisamente no quieren una ley, no quieren una norma, porque la inexistencia de esa norma les permite jugar su libertad explotadora, su libertad arrolladora.
¡Hagamos un esfuerzo y presionemos, aquí y en las calles, para que aquí salga un compromiso, salga un documento que comprometa a los países más poderosos de la Tierra! (Aplausos).
Se pregunta, Presidente, Leonardo Boff —¿usted le ha conocido, a Boff? No sé si pudo venir Leonardo, yo lo conocí hace poco en Paraguay; siempre lo hemos leído—: "¿Puede una Tierra finita soportar un proyecto infinito?" La tesis del capitalismo: el desarrollismo infinito, es un modelo destructivo, aceptémoslo.
Luego nos pregunta Boff: "¿Qué podríamos esperar de Copenhague?". Apenas esta sencilla confesión: así como estamos no podemos continuar, y un propósito simple: ¿Vamos a cambiar de rumbo? Hagámoslo, pero sin cinismo, sin mentiras, sin dobles agendas, sin documentos salidos de la nada, con la verdad por delante.
¿Hasta cuándo, nos preguntamos desde Venezuela, señor Presidente, señoras, señores, hasta cuándo vamos a permitir tales injusticias y desigualdades? ¿Hasta cuándo vamos a tolerar el actual orden económico internacional y los mecanismos de mercado vigentes? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que grandes epidemias como el VIH/sida arrasen con poblaciones enteras? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que los hambrientos no puedan alimentarse ni alimentar a sus propios hijos? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que sigan muriendo millones de niños por enfermedades curables? ¿Hasta cuándo vamos a permitir conflictos armados que masacran a millones de seres humanos inocentes, con el fin de apropiarse los poderosos de los recursos de otros pueblos?
¡Cesen las agresiones y las guerras, pedimos los pueblos del mundo a los imperios, a los que pretenden seguir dominando el mundo y explotándonos! ¡No más bases militares imperiales ni golpes de Estado! Construyamos un orden económico y social más justo y equitativo. Erradiquemos la pobreza. Detengamos de inmediato los altos niveles de emisión, frenemos el deterioro ambiental y evitemos la gran catástrofe del cambio climático. ¡Integrémonos en el noble objetivo de ser todos más libres y solidarios!
Señor Presidente, hace casi dos siglos un venezolano universal, libertador de naciones y precursor de conciencias, dejó para la posteridad un apotegma pleno de voluntad: "Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca". Era Simón Bolívar, El Libertador.
Desde la Venezuela bolivariana, donde un día como hoy, por cierto, hace 10 años exactos vivimos la tragedia climática más grande de nuestra historia, la tragedia de Vargas, así llamada; desde esa Venezuela cuya revolución intenta conquistar la justicia para todo su pueblo, solo posible por el camino del socialismo... El socialismo, el otro fantasma del que hablaba Carlos Marx, ese anda por ahí también; más bien es como un contrafantasma. El socialismo, ese es el rumbo, ese es el rumbo para la salvación del planeta, no tengo yo la menor duda. Y el capitalismo es el camino al infierno, a la destrucción del mundo.
El socialismo, desde esa Venezuela que enfrenta por ello las amenazas del imperio norteamericano, desde los países que conformamos el ALBA, la Alianza Bolivariana, exhortamos, yo quiero, con respeto, pero desde mi alma exhortar, a nombre de muchos en este planeta, a los gobiernos y a los pueblos de la Tierra, parafraseando a Simón Bolívar, El Libertador: si la naturaleza destructiva del capitalismo se opone, pues luchemos contra ella y hagamos que nos obedezca, no esperemos de brazos cruzados la muerte de la humanidad.
La historia nos llama a la unión y a la lucha. Si el capitalismo se resiste, nosotros estamos obligados a dar la batalla contra el capitalismo y a abrir los caminos de la salvación de la especie humana. Nos toca a nosotros, levantando las banderas de Cristo, de Mahoma, de la igualdad, del amor, de la justicia, del humanismo, del verdadero y más profundo humanismo. Si no lo hiciéramos, la más maravillosa creación del universo, el ser humano, desaparecerá, ¡desaparecerá!
Este planeta tiene miles de millones de años, y vivió este planeta miles de millones de años sin nosotros, la especie humana; es decir, no le hacemos falta nosotros para que él exista. Ahora, nosotros sin la Tierra no vivimos, y estamos destrozando la Pachamama, como dice Evo, como dicen nuestros hermanos aborígenes de Sudamérica.
Finalmente, señor Presidente, ya para terminar, oigamos a Fidel Castro cuando dijo: "Una especie está en peligro de extinción: el hombre". Oigamos a Rosa Luxemburgo cuando dijo: "Socialismo o barbarie". Oigamos a Cristo, el Redentor, cuando dijo: "Bienaventurados los pobres, porque de ellos será el reino de los cielos".
Señor Presidente, señoras y señores, seamos capaces de hacer de esta Tierra no la tumba de la humanidad, hagamos de esta Tierra un cielo, un cielo de vida, de paz y de hermandad para toda la humanidad, para la especie humana.
Señor Presidente, señoras y señores, muchísimas gracias y buen provecho (Aplausos).

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Resentencia en Miami: Ramón, 30 años; Fernando, 17 años y 9 meses

Una jueza federal de Miami, al sur de Estados Unidos, resentenció este

martes a Ramón Labañino, uno de los cinco luchadores antiterroristas

cubanos, a 30 años de cárcel, mientras que Fernando González recibió

una condena de 17 años y 9 meses.

 

Ramón había recibido una condena inicial de cadena perpetua más 18

años. Fernando tuvo una condena anterior de 19 años.

 

Según informaron medios de prensa norteamericanos, la jueza Joan

Lenard aceptó el pedido de reducción de pena presentado por los

abogados de Ramón, tras considerar que el castigo a cadena perpetua

era, en efecto, “indebidamente duro”.

 

Presos desde 1998, los cinco antiterroristas cubanos, Fernando

González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, René González, y Ramón

Labañino, comparecieron por primera vez en noviembre de 2000 a juicio

ante el tribunal de Miami presidido por la jueza Joan Lenard.

 

Lenard anunció la nueva sentencia para Ramón, quien, junto con los

otros cuatro luchadores, cumplió el pasado 12 de septiembre, 11 años

de cárcel injustificada.

 

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Declaración de Antonio, Fernando y Ramón sobre la Resentencia

 

8 Diciembre 2009

 

Cinco cubanos prisioneros en Estados Unidos.

 

Queridos hermanos y hermanas de Cuba y el mundo:

 

Ya hemos cumplido más de 11 años en prisión sin que se haya hecho

justicia en ninguna de las instancias del sistema judicial estadounidense.

 

Tres de nosotros fuimos trasladados a Miami para ser re-sentenciados

cumpliéndose una orden del Onceno Circuito de la Corte de Apelaciones

de Atlanta, que determinó que nuestras sentencias habían sido

erróneamente impuestas.

 

Nuestro hermano Gerardo Hernández, quien cumple dos cadenas perpetuas

más 15 años en prisión, ha sido arbitrariamente excluido de este

proceso de re-sentencia.  Su situación continúa siendo la principal

injusticia en nuestro caso.  El Gobierno de Estados Unidos conoce la

falsedad de las acusaciones contra él y lo injusto de su condena.

 

Este ha sido un proceso complejo, muy discutido en cada detalle, en el

que participamos junto a nuestros abogados. No cedimos ni un ápice en

nuestros principios, decoro y honor, defendiendo siempre nuestra

inocencia y la dignidad de nuestra Patria.

 

Al igual que al momento de nuestro arresto y en otras ocasiones

durante estos largos años, ahora también hemos recibido propuestas de

colaboración del gobierno de Estados Unidos a cambio de obtener

sentencias más benévolas.  Una vez más rechazamos tales propuestas,

algo que jamás aceptaremos bajo ninguna circunstancia.

 

En los resultados de estas audiencias de re-sentencia está presente la

labor del equipo legal y la indestructible solidaridad de todos ustedes.

 

Como hecho significativo el gobierno de Estados Unidos, por primera

vez después de 11 años, se vio obligado a reconocer que no causamos

daño alguno a su seguridad nacional.

 

También por primera vez la fiscalía reconoció públicamente la

existencia de un fuerte movimiento internacional en apoyo a nuestra

inmediata liberación que afecta la imagen del sistema judicial de los

Estados Unidos ante la comunidad internacional.

 

Se confirma una vez más el carácter absolutamente político de este proceso.

 

Nos castigan a los cinco por acusaciones que jamás han sido probadas.

Aunque tres sentencias fueron reducidas parcialmente, la injusticia se

mantiene con todos.

 

Los terroristas cubano-americanos continúan disfrutando de total impunidad.

 

Reiteramos: ¡Los cinco somos inocentes!

 

Nos sentimos profundamente conmovidos y agradecidos por la permanente

solidaridad que nos brindan, tan decisiva en esta larga batalla por la

justicia.

 

Junto a ustedes continuaremos hasta la victoria final, que solo será

conquistada con el regreso de los cinco a la Patria.

 

Antonio Guerrero

Ramón Labañino

Fernando González

 

Miami, 8 de diciembre de 2009

 

Continuaremos hasta la victoria final

Declaración de Antonio, Ramón y Fernando

Continuaremos hasta la victoria final

Queridos hermanos y hermanas de Cuba y el mundo:

Ya hemos cumplido más de 11 años en prisión sin que se haya hecho justicia en ninguna de las instancias del sistema judicial estadounidense.

Tres de nosotros fuimos trasladados a Miami para ser resentenciados cumpliéndose una orden del Onceno Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta, que determinó que nuestras sentencias habían sido erróneamente impuestas.

Nuestro hermano Gerardo Hernández, quien cumple dos cadenas perpetuas más 15 años en prisión, ha sido arbitrariamente excluido de este proceso de re-sentencia. Su situación continúa siendo la principal injusticia en nuestro caso. El Gobierno de Estados Unidos conoce la falsedad de las acusaciones contra él y lo injusto de su condena.

Este ha sido un proceso complejo, muy discutido en cada detalle, en el que participamos junto a nuestros abogados. No cedimos ni un ápice en nuestros principios, decoro y honor, defendiendo siempre nuestra inocencia y la dignidad de nuestra Patria.

Al igual que al momento de nuestro arresto y en otras ocasiones durante estos largos años, ahora también hemos recibido propuestas de colaboración del gobierno de Estados Unidos a cambio de obtener sentencias más benévolas. Una vez más rechazamos tales propuestas, algo que jamás aceptaremos bajo ninguna circunstancia.

En los resultados de estas audiencias de resentencia está presente la labor del equipo legal y la indestructible solidaridad de todos ustedes.

Como hecho significativo, el gobierno de Estados Unidos, por primera vez después de 11 años, se vio obligado a reconocer que no causamos daño alguno a su seguridad nacional.

También por primera vez la fiscalía reconoció públicamente la existencia de un fuerte movimiento internacional en apoyo a nuestra inmediata liberación que afecta la imagen del sistema judicial de los Estados Unidos ante la comunidad internacional.

Se confirma una vez más el carácter absolutamente político de este proceso.

Nos castigan a los cinco por acusaciones que jamás han sido probadas. Aunque tres sentencias fueron reducidas parcialmente, la injusticia se mantiene con todos.

Los terroristas cubano-americanos continúan disfrutando de total impunidad.

Reiteramos: ¡Los cinco somos inocentes!

Nos sentimos profundamente conmovidos y agradecidos por la permanente solidaridad que nos brindan, tan decisiva en esta larga batalla por la justicia.

Junto a ustedes continuaremos hasta la victoria final, que solo será conquistada con el regreso de los cinco a la Patria.

Antonio Guerrero

Ramón Labañino

Fernando González

Miami, 8 de diciembre de 2009

martes, 8 de diciembre de 2009

Carta de felicitación al Pueblo de Bolivia

A: Jorge Mancilla Torres Embajador de Bolivia en México

Fecha: lunes 7 de diciembre de 2009, 20:56

Compañero Embajador :
 
Querido amigo, el Comité de Solidaridad con Bolivia de Puebla, nos regocijamos por el triunfo de Evo Morales en las elecciones del 6 de este mes y año. Hacemos extensivas nuestras felicitaciones al pueblo de Bolivia porque  cada vez es más evidente la consciencia y la madurez política y la dignidad que muestra en la lucha por un mundo mejor. El triunfo de Bolivia es un triunfo para Nuestra América.
 
¡¡VIVA EVO!!  ¡¡VIVA BOLIVIA!!  ¡¡VIVA NUESTRA AMÉRICA!!

Comité de Solidaridad con Bolivia de Puebla 

lunes, 7 de diciembre de 2009

Contundente victoria de Evo


Tomado de www.granma.cu

LA PAZ, 6 de diciembre.— "Hoy Bolivia demuestra nuevamente su vocación democrática y que es posible cambiar", declaró este domingo el presidente reelecto, Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (MAS), quien fue ratificado en su cargo tras un contundente respaldo popular a su gestión, superior al 63% de los votos.


En su discurso, desde el Palacio de Gobierno en la Plaza Murillo ante miles de emocionados simpatizantes, Morales destacó que el triunfo de los bolivianos constituye fundamentalmente un reconocimiento a los gobiernos y pueblos antimperialistas, y agradeció esta oportunidad de continuar trabajando por la igualdad y unidad de Bolivia.

El mandatario, que será investido como presidente para el periodo 2010-2015 el próximo 22 de enero, expresó su compromiso de acelerar el proceso de cambios sociales que tiene lugar en la nación, junto a su vicepresidente Álvaro García Linera, y al frente de una posible mayoría en la Cámara alta, con 25 senadores de 36, como indican los sondeos a pie de urna.

Los sufragios contaron con la masiva participación del pueblo andino, reportando además la increíble cifra de 140 000 votos desde el exterior, para constituir el primer proceso electoral en el marco de la nueva Constitución impulsada por Evo, que declara a Bolivia un estado plurinacional.

Asimismo, Morales llamó a sus opositores a trabajar juntos por Bolivia, en un gobierno que "surge del pueblo y para el pueblo", precisó. (SE)