lunes, 4 de octubre de 2010

Ecuador: Tentativa golpista o sublevacion policial

En general todos los oligopolios mediáticos ofrecieron una versión distorsionada de lo ocurrido el pasado jueves 30 en Ecuador, evitando cuidadosamente hablar de tentativa de golpe de Estado. En lugar de eso se referían a una "sublevación policial" lo cual, a todas luces, convierte los acontecimientos del jueves en una anécdota relativamente insignificante. Es un viejo ardid de la derecha, siempre interesada en restar importancia a las tropelías que cometen sus partidarios y a magnificar los errores o problemas de sus adversarios.
 
Con el propósito de contribuir a difundir una  información veraz sobre el tema, transcribimos la declaración del compañero presidente Evo Morales en "TELESUR" y del prestigiado analista  Atilio Borón en "Página 12".
 

Movimiento de Solidaridad Nuestra América
 
TeleSUR _ 3-oct-2010

El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó este domingo que el intento de golpe de Estado ocurrido en Ecuador el pasado jueves fue ejecutado "por una conspiración capitalista que buscaba desestabilizar el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América)".

"Evidente intento de golpe de Estado fue efectuado por una conspiración capitalista para desestabilizar el ALBA", declaró el mandatario en una entrevista especial con el canal estatal de Bolivia.

Morales manifestó que el acontecimiento ocurrido en contra del gobierno de Correa, no puede catalogarse como un "simple motín policial", porque fueron actos en donde "el presidente del Estado resultó agredido y secuestrado".

"Llegar al punto de secuestrarlo y agredirlo, ya no es una pequeña cosa, yo hablé dos veces con él ese día y la segunda vez ya se notaba angustiado, me dijo que no sabía qué iba a pasar con su vida", acotó.

Recordó que en los últimos 10 años, son cuatro países revolucionarios los que han sufridos intentos de golpe de Estado, y que sólo en uno fue "donde pudo ganar la dictadura".

"En el 2002 fue Venezuela, en el 2008 Bolivia, en el 2009 Honduras y ahora Ecuador (Â…) todos miembros del ALBA, sería ingenuo pensar que es una coincidencia", expresó.

Subrayó que fuentes confidenciales ya habían informado que "se estaba esperando el resultado de las elecciones parlamentarias en Venezuela para efectuar el intento de golpe".

"Ya tenían información y sospechosos sobre los movimientos en Ecuador (Â…) estaban recolectando firmas para revocar a Correa, ahora se confirma que grupos de la derecha estaban esperando el resultado de Venezuela para actuar", aseveró.  

Determinó que el problema de la seguridad en Latinoamérica podría tener su causa en la forma de entrenamiento y orientación que tienen los cuerpos de las Fuerzas Armadas a nivel internacional, los cuales son adiestrados por "Ejércitos imperialistas".

"Por esa razón nunca habrá golpe de Estado en Perú o en Colombia, porque los cuerpos de seguridad se están formando  para frenar movimientos revolucionarios y progresistas (Â…) Por ejemplo, a Correa y a mí no nos perdonarán que cerramos las bases militares que tenía Estados Unidos en nuestro territorio", agregó

Ante esta realidad, Morales declaró que es de "vital importancia" para el Alba y para la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), consolidar un consejo de seguridad basado en principios progresistas y valores anticapitalistas.

"Así nos regirían nuestros propios principios democráticos (Â…) formaríamos una escuela de defensa de nuestra soberanía, que defienda que los  recursos naturales deben ser del Estado y no pueden ser privatizados".
  
Triunfos revolucionarios

El mandatario boliviano hizo especial énfasis en los intentos de derrocamiento que han ocurrido en América Latina durante la última década, los cuales han triunfado gracias al "coraje de los pueblos progresistas" que defienden su institucionalidad democrática.

"En este nuevo milenio y nueva década  no son solamente uno o dos, sino muchos gobiernos los que se van sumando al grupo anticapitalista. (..) por eso es que los gobiernos como el de Estados Unidos (EE.UU.) quieren frenar las revoluciones democráticas, pero el pueblo ha sido mas fuerte que ellos", agregó.

Especificó que los movimientos de izquierda "están muy contentos" porque de cuatro intentos de golpe de Estado, sólo triunfó el de Honduras, ocurrido el 29 de junio en contra del gobierno de Manuel Zelaya.

 "Es un movimiento internacional (Â…)  toda una conspiración de manipulación y adiestramiento en contra de las revoluciones de liberación de Latinoamérica (Â…) pero hasta ahora sólo triunfaron en Honduras y nosotros le ganamos en los otros tres pueblos", resaltó

Indicó la existencia de una conspiración profunda por parte del Departamento de Estado de EE.UU., en la que los los presidentes revolucionarios siempre han sido desprestigiados.

"Es una doctrina anticomunista, antiterrorista, ahora inventaron nuevos términos: dicen que hay que atacar a los populistas radicales, que somos nosotros, los de izquierda", manifestó

En relación a la economía, recalcó que en Bolivia las reservas internacionales han aumentado mas del 300 por ciento y agregó que están cerca de llegar a los 10 mil millones de dólares. 

Para finalizar,el mandatario ratificó su posición en contra de los intereses capitalistas y dijo que para el progreso de las revoluciones y de las liberaciones política, cultural ideológica y económica, es imprescindible la participación de medios de comunicación que "digan la verdad". 

"Es la responsabilidad de los medios de comunicación para que se respete la dignidad y la soberanía de nuestros pueblos", exclamó.

 

 

Atilio A. Boron / Página12

¿Qué pasó en Ecuador?

Hubo una tentativa de golpe de Estado. No fue, como dijeron varios medios en América Latina, una "crisis institucional", como si lo ocurrido hubiera sido un conflicto de jurisdicciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, sino una abierta insurrección de una rama del primero, la Policía Nacional, cuyos efectivos constituyen un pequeño ejército de 40.000 hombres, en contra del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Ecuador, que no es otro que su presidente legítimamente electo. Tampoco fue lo que dijo Arturo Valenzuela, Subsecretario de Estado de Asuntos Interamericanos, "un acto de indisciplina policial". ¿Caracterizaría de ese modo lo ocurrido si el equivalente de la Policía Nacional del Ecuador en EEUU hubiera vapuleado y agredido físicamente a Barack Obama, lesionándolo; lo hubiera secuestrado y mantenido en reclusión durante 12 horas en un hospital policial hasta que un comando especial del Ejército lo liberaba luego de un intenso tiroteo? Seguramente que no, pero como se trata de un mandatario latinoamericano lo que allá suena como intolerable aberración aquí aparece como una travesura de escolares.

En general todos los oligopolios mediáticos ofrecieron una versión distorsionada de lo ocurrido el día de ayer, evitando cuidadosamente hablar de tentativa de golpe de Estado. En lugar de eso se referían a una "sublevación policial" lo cual, a todas luces, convierte los acontecimientos del jueves en una anécdota relativamente insignificante. Es un viejo ardid de la derecha, siempre interesada en restar importancia a las tropelías que cometen sus partidarios y a magnificar los errores o problemas de sus adversarios. Por eso viene bien recordar las palabras pronunciadas este viernes, en horas de la mañana, por el presidente Rafael Correa cuando caracterizó lo ocurrido como "conspiración" para perpetrar un "golpe de Estado". Conspiración porque, como fue más que evidente el día jueves, hubo otros actores que manifestaron su apoyo al golpe en gestación : ¿no fueron acaso efectivos de la Fuerza Aérea Ecuatoriana –y no de la Policía Nacional- los que paralizaron el Aeropuerto Internacional de Quito y el pequeño aeródromo utilizado para vuelos provinciales? ¿Y no hubo grupos políticos que salieron a apoyar a los golpistas en calles y plazas? ¿No fue el propio abogado del ex presidente Lucio Gutiérrez uno de los energúmenos que trató de entrar por la fuerza a las instalaciones de la Televisión Nacional del Ecuador? ¿No dijo acaso el Alcalde de Guayaquil y gran rival del presidente Correa, Jaime Nebot, que se trataba de un conflicto de poderes entre un personaje autoritario y despótico, Correa, y un sector de la policía, equivocado en su metodología pero a quien le asistía la razón en sus reclamos?

Esta falsa equidistancia entre las partes en conflicto era una indirecta confesión de su complacencia ante los acontecimientos en curso y de su íntimo deseo de librarse de su -hasta ahora al menos- inexpugnable enemigo político. Para ni hablar de la lamentable involución del movimiento “indígena” Pachakutik, que en medio de la crisis hizo pública su convocatoria al “movimiento indígena, movimientos sociales, organizaciones políticas democráticas, a constituir un solo frente nacional para exigir la salida del Presidente Correa. "¡Sorpresas te da la vida!”, decía Pedro Navaja; pero no hay tal sorpresa cuando uno toma nota de los generosos aportes que la USAID y el National Endowment for Democracy han venido haciendo en los últimos años para “empoderar” a la ciudadanía ecuatoriana a través de sus partidos y movimientos sociales.

Conclusión: no fue un pequeño grupo aislado dentro de la policía quien intentó dar el golpe, sino un conjunto de actores sociales y políticos al servicio de la oligarquía local y el imperialismo, que jamás le va a perdonar a Correa haber ordenado el desalojo de la base que Estados Unidos tenía en Manta, la auditoría de la deuda externa del Ecuador y su incorporación al ALBA, entre muchas otras causas. Incidentalmente, la policía ecuatoriana hace ya muchos años que, al igual que otras de la región, viene siendo instruida y adiestrada por su contraparte estadounidense.

¿Habrán incluido alguna clase de educación cívica, o sobre la necesaria subordinación de las fuerzas armadas y policiales al poder civil? No parece. Más bien, actualiza la necesidad de poner fin, sin más dilaciones, a la “cooperación” entre las fuerzas de seguridad de la mayoría de los países latinoamericanos y las de Estados Unidos. Ya se sabe qué es lo que enseñan en esos cursos.

¿Por qué fracasó el golpe de Estado?

Básicamente por tres razones: en primer lugar, por la rápida y efectiva movilización de amplios sectores de la población ecuatoriana que, pese al peligro que existía, salió a ocupar calles y plazas para manifestar su apoyo al presidente Correa. Ocurrió lo que siempre debe ocurrir en casos como estos: la defensa del orden constitucional es efectiva en la medida en que es asumida directamente por el pueblo, actuando como protagonista y no como simple espectador de las luchas políticas de su tiempo. Sin esa presencia del pueblo en calles y plazas, cosa que había advertido Maquiavelo hace quinientos años, no hay república que resista los embates de los personeros del viejo orden. El entramado institucional por sí sólo es incapaz de garantizar la estabilidad del régimen democrático. Las fuerzas de la derecha son demasiado poderosas y dominan ese entramado desde hace siglos. Sólo la presencia activa, militante, del pueblo en las calles puede desbaratar los planes golpistas.

En segundo lugar, el golpe pudo ser detenido porque la movilización popular que se desarrolló con gran celeridad dentro del Ecuador fue acompañada por una rápida y contundente solidaridad internacional que se comenzó a efectivizar ni bien se tuvieron las primeras noticias del golpe y que, entre otras cosas, precipitó la muy oportuna convocatoria a una reunión urgente y extraordinaria de la UNASUR en Buenos Aires. El claro respaldo obtenido por Correa de los gobiernos sudamericanos y de varios europeos surtió efecto porque puso en evidencia que el futuro de los golpistas, en caso de que sus planes finalmente culminaran exitosamente, sería el ostracismo y el aislamiento político, económico e internacional. Se demostró, una vez más, que la UNASUR funciona y es eficaz, y la crisis pudo resolverse, como antes la de Bolivia, en 2008, sin la intervención de intereses ajenos a América del Sur.

Tercero, pero no último en importancia, por la valentía demostrada por el presidente Correa, que no dio brazo a torcer y que resistió a pie firme el acoso y la reclusión de que había sido objeto pese a que era más que evidente que su vida corría peligro y que, hasta el último momento, cuando se retiraba del hospital, su automóvil fue baleado con claras intenciones de poner fin a su vida. Correa demostró poseer el valor que se requiere para acometer con perspectivas de éxito las grandes empresas políticas. Si hubiese flaqueado, si se hubiera acobardado, o dejado entrever una voluntad de someterse al designio de sus captores otro habría sido el resultado. La combinación de estos tres factores: la movilización popular interna, la solidaridad internacional y la valentía del presidente terminó por producir el aislamiento de los sediciosos, debilitando su fuerza y facilitando la operación de rescate efectuada por el Ejército ecuatoriano.

¿Puede volver a ocurrir?

Sí, porque los fundamentos del golpismo tienen profundas raíces en las sociedades latinoamericanas y en la política exterior de Estados Unidos hacia esta parte del mundo. Si se repasa la historia reciente de nuestros países se comprueba que las tentativas golpistas tuvieron lugar en Venezuela (2002), Bolivia (2008), Honduras (2009) y Ecuador (2010), es decir, en cuatro países caracterizados por ser el hogar de significativos procesos de transformación económica y social y, además, por estar integrados a la ALBA. Ningún gobierno de derecha fue perturbado por el golpismo, cuyo signo político oligárquico e imperialista es inocultable. Por eso el campeón mundial de la violación de los derechos humanos, Álvaro Uribe, con sus miles de desaparecidos, sus fosas comunes, sus “falsos positivos”, jamás tuvo que preocuparse por insurrecciones militares en su contra durante los ocho años de su mandato. Y es poco probable que los otros gobiernos de derecha que hay en la región vayan a ser víctimas de una tentativa golpista en los próximos años. De las cuatro que hubo desde 2002 tres fracasaron y sólo una, la perpetrada en Honduras en contra de Mel Zelaya, fue coronada exitosamente. El dato significativo es que su ejecución fue sorpresiva, en el medio de la noche, lo cual impidió que la noticia se conociese hasta la mañana siguiente y el pueblo tuviera tiempo de salir a ganar calles y plazas. Cuando lo hizo ya era tarde porque Zelaya había sido desterrado. Además, en este caso la respuesta internacional fue lenta y tibia, careciendo de la necesaria rapidez y contundencia que se puso de manifiesto en el caso ecuatoriano.

Lección a extraer: la rapidez de la reacción democrática y popular es esencial para desactivar la secuencia de acciones y procesos del golpismo, que rara vez es otra cosa que un entrelazamiento de iniciativas que, a falta de obstáculos que se interpongan en su camino, se refuerzan recíprocamente. Si la respuesta popular no surge de inmediato el proceso se retroalimenta, y cuando se lo quiere parar ya es demasiado tarde. Y lo mismo cabe decir de la solidaridad internacional, que para ser efectiva tiene que ser inmediata e intransigente en su defensa del orden político imperante. Afortunadamente estas condiciones se dieron en el caso ecuatoriano, y por eso la tentativa golpista fracasó. Pero no hay que hacerse ilusiones: la oligarquía y el imperialismo volverán a intentar, tal vez por otras vías, derribar a los gobiernos que no se doblegan ante sus intereses.

viernes, 1 de octubre de 2010

Victoria en Ecuador y Nuestra América


logo final.jpg MOVIMIENTO DE SOLIDARIDAD NUESTRA AMÉRICA
 
 
                                mov.nuestraamerica@gmail.com
                         

            

VICTORIA EN ECUADOR Y NUESTRA AMÉRICA:  EL INTENTO DE  GOLPE FASCISTA HA SIDO DERROTADO.

 

 EL PRESIDENTE CORREA RESCATADO POR MILITARES LEALES Y POR LA MOVILIZACION DE SU PUEBLO

 

TAMBIEN EL FUERTE APOYO DE LOS PUEBLOS Y GOBIERNOS DE LOS PAISES HERMANOS, ASÍ COMO LOS ORGANISMOS DE INTEGRACIÓN LATINOAMERICANOS  HAN JUGADO UN IMPORTANTE PAPEL EN ESTE FELIZ DESENLACE.

 

AHORA, A SEGUIR AVANZADO EN LA PROFUDIZACIÓN DEMOCRÁTICA Y EN LA INTEGRACIÓN DE NUESTRA AMÉRICA

 

FELICIDADES AL PUEBLO ECUATORIANO Y A  SU LÍDER EL PRESIDENTE RAFAEL CORREA.

 

UN SALUDO SOLIDARIO

 

MOVIMIENTO DE SOLIDARIDAD NUESTRA AMÉRICA

Llamamiento en defensa de Ecuador

En defensa de Ecuador

La Red de Redes En Defensa de la Humanidad  llama a la opinión pública internacional a condenar enérgicamente el golpe de Estado en Ecuador y convoca a todos los hombres y mujeres defensores de la paz, la justicia y la legalidad, a pronunciarse contra la afrenta a la soberanía y al orden constitucional en ese país.

Llamamos urgentemente a intelectuales, artistas, organizaciones de solidaridad, movimientos sociales, fuerzas progresistas de la sociedad, y al mundo entero, a levantar sus voces en defensa de los derechos del pueblo ecuatoriano, a defender el proceso de cambio y las conquistas para y por los más desposeídos, logradas por la  Revolución Ciudadana.

Los que aspiran a frenar a toda costa los cambios en nuestro continente, como antes hicieron en Honduras, apelan a todos los medios, aún los más violentos, para oponerse a las fuerzas anticapitalistas. El gobierno de los Estados Unidos deja entrever una actitud cómplice. El golpe de Estado apunta también contra el ALBA, del que Ecuador es miembro, y contra UNASUR, que Ecuador preside en este momento.

El Presidente Rafael Correa, legítimamente electo y respaldado por la voluntad popular en cinco sucesivas ocasiones, está amenazado. Llamamos a salvaguardar la integridad física del Presidente Correa y  alertamos a los pueblos para movilizarse en la condena unánime a tan indignante hecho, protagonizado por  los sectores más reaccionarios y derechistas, con la presunta complicidad del Imperio.

Apoyemos al pueblo ecuatoriano que se manifiesta masivamente en las calles en respaldo a su Presidente.

No al Golpe de Estado

Defendamos el Estado de Derecho